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Necesidades de frío en especies leñosas

Con la llegada del frío y las primeras heladas se marca el inicio del invierno y la parada vegetativa de las especies leñosas.

En el caso de muchos frutales, este frío se hace necesario para el normal desarrollo de la floración y brotación. Muchos frutales necesitan acumular una serie de horas frío (HF) (horas con temperaturas inferiores a 7ºC) para en primavera florecer y rebrotar de manera correcta.

Las horas frío comienzan a acumularse cuando el árbol entra en DORMANCIA o LATENCIA. Se trata de un periodo de reposo que comienza cuando los árboles tiran sus hojas como una estrategia para sobrevivir a las condiciones adversas del clima, fundamentalmente a las temperaturas del invierno.

Durante este periodo no se producen crecimientos visibles de las plantas, pero su actividad fisiológica no cesa, aunque sí se ralentiza.

Si por las condiciones que tenemos no se acumulan las horas frío necesarias en algunas de nuestras especies, podríamos tener una serie de efectos negativos en nuestros frutales, como por ejemplo:

  •             Poco desarrollo foliar.
  •             Menos yemas en frutal de hueso y menos dardos en frutal de pepita
  •             Brotación poco uniforme y atrasada.
  •             Brotaciones débiles.
  •             La floración se retrasa, se alarga y no es uniforme.
  •             Flores más débiles, que además caen antes de cuajar o son deformes o multiovuladas.
  •             Maduración irregular del fruto.
  •             Menor producción y mala calidad de la cosecha. 

En el caso del olivo, durante esta época se encontrará en parada vegetativa. El olivo es bastante resistente al frío, aunque heladas fuertes pueden provocar muerte de yemas, brotes, o incluso el árbol entero.

Podemos intentar proteger nuestro cultivo de los daños por frío extremo con una serie de acciones:

  •       Retrasar la poda en la medida de lo posible. Las podas otoñales pueden provocar el crecimiento de brotes  que no tienen tiempo de aclimatarse y que morirán en las heladas.
  •       Evitar fertilizaciones tardías, que favorezcan también el desarrollo de brotaciones tardías que no tengan tiempo de aclimatarse.
  •      Riegos durante el invierno, mantener el cultivo en buenas condiciones hídricas, evitando el estrés por este motivo, ayuda al olivo a recuperarse rápido de cualquier daño por frío. El riego durante las heladas puede evitar que se alcancen temperaturas de congelación.

Como conclusión, podemos destacar la importancia que tienen las horas frío en leñosas y hacer la consideración de que, aunque no está en nuestras manos la cantidad de HF de la que van a disponer nuestras especies, sí podemos actuar sobre:

  •       La elección de la especie y/o variedad en función de la climatología de la zona donde nos encontremos y atendiendo a cómo debemos calcular las HF y a las necesidades de las especies que se vayan a implantar
  •       Podemos hacer uso de herramientas o medidas que provocan o adelantan la entrada en dormancia, con lo que los árboles empezarían antes a acumular HF. Por ejemplo, ayudándolo en la caída de la hoja con tratamientos de cobre que lo favorezcan

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